“Es un piropo, nada mas”

A los 7 años cuando vas a comprar un mapa al kiosko del barrio y al salir un tipo desagradable con cara de libidinoso, en bici, se te para al lado y te dice“queres que te chupe la concha”…yo a eso no lo llamo ni lo reconozco como piropo, a los 7 años y sin tener mucha idea de que va la vida, entendí que ese señor (si se lo puede llamar así) estaba haciendo algo malo, que no correspondía, a esa edad, luego de esas palabras el corazón dejó de latir y sentí como una fuerza me sacaba el alma del cuerpo, sentí como dos segundos se convirtieron en horas, y cuando pude salí corriendo a esconderme, en el primer lugar que encontré, en la estación de servicio de la esquina. Me dio miedo y vergüenza al mismo tiempo, tanto que no hable con nadie, solo me escondí entre las góndolas y esperé a que el señor se vaya, pero él seguía ahí, en su bicicleta, mirándome. No se cuanto tiempo pasé ahí, sin poder respirar, con las manos sudorosos y el corazón que casi no latía. Atenta, como una presa a punto de ser atrapada, hasta que pude volver a correr los 25 mts que me faltaban para llegar con mi papá, entré al negocio, con ojos llorosos y le dije a mi papá lo que había pasado, delante de todos los clientes. Él en ese momento me subió al auto, desprendió el matafuegos y empezó a manejar por la avenida, muy loco, desquiciado, pidiéndome que mire y le avise si reconocía a ese ser desagradable.

Por suerte no lo encontramos, por suerte para mi papá porque era capas de matarlo, por suerte para mi, de no tener que volver a verle la cara, pero ese sorete se ganó otro día mas libre y vivo para seguir acosando.

Volvimos a casa, en silencio, nunca mas se habló del tema. Nunca mas lo dije a nadie, nunca jamás, porque seguía con vergüenza. Nunca lo olvidé, cada día viene a mi mente esa situación…y solo fue un “piropo, nada mas”. Hace poco, creo que este año pude empezar a contarlo, y gracias a eso y que lo repito, lo recuerdo cada vez menos.

Relato: Flopy

Ilustración: @romilustraciones