top of page
  • Black Instagram Icon
  • Negro Facebook Icono
  • Perspectivas transfeministas

Si es nena, rosa y si es nene, celeste

  • Foto del escritor: perspectivatransfeminista
    perspectivatransfeminista
  • 18 feb 2019
  • 2 Min. de lectura


Tener códigos de género para los colores fomenta el desarrollo de estereotipos que lo único que hacen es limitar la capacidad de elegir de les niñes, incluso desde antes de su nacimiento. Está tan naturalizado que el rosa es para las niñas y el celeste para los niños, que no analizamos la violencia que ejercemos a la hora de imponerles un determinado color a sus accesorios, juguetes o vestimenta. “Toda la vida ha sido así” podemos pensar y estamos equivocades. Es una construcción cultural que se popularizó en 1920 y se globalizó en 1970. El rosa comenzó a ser considerado femenino luego de la primera guerra mundial y era utilizado para identificar a las personas homosexuales en los campos de concentración. ¿Sabías? Antes de esto, el rosa era utilizado por los niños de clase alta porque el color se asociaba al rojo de los uniformes masculinos. Las niñas, por el contrario, solían vestirse de celeste en asociación a la Virgen Maria ¡Qué loco! ¿no?

Desde que tengo uso de razón, todo mi entorno era rosa. Las paredes de mi habitación, los vestidos de las muñecas que me compraban, la ropa que me ponían. Odiaba ese color desde que tengo memoria. Y desde el momento en que tuve la posibilidad de elegir qué ropa usar y qué accesorios comprar, el rosa desapareció de mi vida con una determinación abrumadora. Era un color que tenía tan asociado a lo femenino y yo me sentía tan anti… por lo menos no sentía responder al modelo de feminidad que se me proponía. Y una de las formas de rechazar eso, fue rechazar a un inocente color y sacarlo de mi alrededor. ¿QUÉ CULPA TIENE EL ROSA?

Fue a partir del feminismo y de mi proceso de deconstrucción siempre continuo, que empecé a darme cuenta de mis prejuicios y que en mi rechazo al rosa estaba inconscientemente sosteniendo un estereotipo de género. Los colores son colores y nada más. El problema es la carga ideológico que llevan detrás. Pero una vez que entiendas eso, quizás te pase lo mismo que a mi, y un día, abras la puerta del placard, y descubras una campera rosa, un par de remeras y algunas cosas más. Y puedas usarlas sin que eso determine tu identidad.



Por: Melina Raszkewicz. Psicologue con perspectiva de genero egresada de la UNLP, Acompañante Terapéutico.




Comments


© 2023 by Lovely Little Things. Proudly created with Wix.com

bottom of page