El amor y la amistad, ¿asuntos separados?

No sé si a ustedes les pasará pero a mi está pregunta siempre me ha rondado por la cabeza. En una de mis últimas sesiones de terapia estaba hablando de mi goce autístico, de esta comodidad que siento al estar sola y no tener que encontrarme con otre. Porque cuando nos encontramos amorosamente con alguien, cuando se quiere construir algo con alguien (todos los vínculos se construyen, tengan las características que tengan) hay que ceder, y algo que inevitablemente no puedo ceder es mi libertad, mi independencia. Ahí quizás ustedes pensarán o me dirán: “¡Estás pensando en una relación monógama!” y la respuesta es no, pero he comprobado en cada uno de los vínculos que intenté construir que algo de mí se pierde en el encuentro con el otre y no estoy dispuesta a eso. Es inevitable pensar que algo se pierde pero algo también se gana, obvio. La cuestión es que mientras trataba este tema en sesión, llegué a la conclusión obvia de que estoy llena de vínculos, amistosos. Y ahí mi analista me preguntó si acaso no hay amor en la amistad. “Claro que sí”, respondí. Lo que no hay es encuentro sexual, al menos para mi. Pienso entonces que si hay algo que sostengo a modo de “código” es que jamás me encontraría sexualmente con une amigue. Nunca lo hice y aunque no puedo poner las manos en el fuego por lo que sucederá, estoy casi segura de que jamás lo haré. Y creo que justamente la diferencia es esa.

En ambos vínculos hay amor, pero solo en una relación sexoamorosa (y ya el término lo indica) hay sexo. No puedo pensar en una sola experiencia que me hayan contado amigues donde la mezcla de esos vínculos termine bien. Porque una vez que cruzaste el límite, pasan cosas. Y no digo que esté bien o que esté mal, cada cual hace lo que quiere… también sé que es fácil enamorarse de un amigue porque al final lo que buscamos en un vínculo amoroso es muchas veces alguien que sea tu compañere, tu amigue. Y ahí me pregunto, ¿qué es un amigue? ¿es posible que la persona con la que tenés un vínculo amoroso sea tu amigue? Incluso he escuchado historias de personas que se acercan a la persona que les gusta a modo de amigx. Y cuando ya desde el vamos te ubicás en esa zona, tenés todas las de perder. Por más que te convenzas de que hay que perseverar para triunfar, en el medio te vas a comer un montón de bajones, porque si le otre te gusta, ¿cuan amigue podés ser? ¿Cuánto te vas a poder bancar? Porque el rechazo y la imposibilidad son las cartas de presentación en ese juego… ¿Te enganchaste con une amigue alguna vez?

Por: Melina Raszkewicz. Psicologue con perspectiva de genero egresada de la UNLP, Acompañante Terapéutico.